Teletrabajo y niños: Rutinas para organizarse en casa

¿Es posible organizarse con teletrabajo y niños? ¿Trabajas desde casa y el colegio de tus pegotetes está cerrado por cuarentena? Como consecuencia del Covid-19, a muchos nos ha tocado aprender a conciliar nuestro rol de padres y madres con el de personas trabajadoras, sumado además al de maestras. En este escenario, ha sido necesario ponerse manos a la obra y establecer unas rutinas de trabajo claras para toda la familia. Hoy te doy consejos para sobrevivir a esta situación y lograr una dinámica familiar adecuada para todos. ¿Crees que es posible?

Mi marido y yo tenemos mucha suerte, ya que ambos hemos podido mantener nuestro puesto de trabajo y seguir trabajando desde casa. Mi marido ya lleva un año teletrabajando, sin embargo, para el resto de la familia ha sido un verdadero reto.

Las rutinas de trabajo anteriores han tenido que ser adaptadas a esta nueva situación de un día para otro. Al estrés de cambiar mi aula por mi salón (aquí te ayudo en tus clases virtuales), añado la de seguir educando a mis pegotetes. Esta ha sido nuestra experiencia.

Rutinas claras pero flexibles

Mi primer consejo es tratar de mantener la misma rutina que los niños y niñas llevasen en la escuela. En mi clase de preescolar, las rutinas de trabajo funcionaban como un reloj, y los estudiantes sabían en todo momento qué pasaba después. Esto proporcionaba seguridad, ya que estaban en un entorno que era fácil predecir. Este mismo objetivo he tratado de tener en casa: unas rutinas de trabajo claras, con cierta flexibilidad, que permitan saber cómo transcurrirá el día.

Con tanto cambio a su alrededor, proporcionar un ambiente seguro y predecible en casa es lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos e hijas para evitar dramas y rabietas. Así que nosotros hemos mantenido la misma hora de despertarse, desayuno, ciclo de trabajo, hora de comer, siesta y merienda, a las mismas horas que lo tenían en la escuela. Mis hijos acuden a una escuela Montessori, en donde los ciclos de trabajo son de 3 horas. En mi caso, al no tener un ambiente preparado, cambiamos esas 3 horas por dos objetivos diarios a elegir. Aquí tenéis un ejemplo de cómo enseñar a dos niños o niñas a la vez.

Muchas de las estrategias que seguimos las maestras en la clase sirven para crear una rutina de trabajo en casa. Aquí hay algunos consejos:

• Involucrar a los niños y niñas en la elaboración de la rutina: no pueden decidir a qué hora se van a levantar, pero sí pueden decidir qué tareas hacer, o si prefieren jugar a un juego u otro, o dentro o fuera de casa. Tienen que sentir que su opinión es válida.
• Rutinas claras: recomiendo crear un listado grande con dibujos de manera que puedan ir siguiendo las rutinas a lo largo del día. Podemos incluso preguntarles qué toca después, y pueden acudir al mural para verlo.
• Rutinas flexibles: podemos tener cierto margen de tiempo, es decir, si en vez de desayunar a las 8 lo hacemos a las 8:30 no pasa nada, pero hay que tratar de ser constantes y tener paciencia. Si a la hora de hacer tareas, los niños y niñas no quieren y nos ponemos a ver la tele, al día siguiente ya sabrán que esa opción existe y volverán a exigirla. Sin embargo, si a la hora de hacer tareas les damos a elegir entre varias actividades, mantenemos la rutina y están motivados por una actividad que han elegido.
• Conciliación y reparto de tareas y responsabilidades: la «ayuda» del padre no sirve de nada, necesitamos una involucración total de ambos para que esto funcione. Algún día hablaré de los roles de ambos progenitores en casa, pero cuando hablamos de rutinas de trabajo con familia y teletrabajo, tanto mamá como papá tienen que saber hacer de todo.
• Paciencia y empatía: ante una ruptura total de la realidad como hemos tenido, hay que tirar de educación emocional y saber empatizar con menores y adultos. Explicar el por qué de la rutina en casa, ya que no podemos ir a la escuela, o la importancia de llevarnos bien y cuidarnos mucho estos días es esencial siempre y aún más ahora.

Nuestra rutina de teletrabajo y niños

Entendiendo que esta rutina sólo sirve para nosotros, puede que ayude a otras familias a establecer la suya.

• 6:30-7:30 Kira y Leo se despiertan y visten con papá. Mamá hace deporte.
• 8:00-9:00 Desayuno, videollamada al abuelo y abuela, y papá comienza a teletrabajar.
• 9:30-11:00 Actividades educativas con mamá (en mis stories de Instagram hay muchos ejemplos), mientras alterna con teletrabajo. Papá teletrabaja.
• 11:00-11:30 Papá juega y hace deporte con Kira y Leo. Mamá prepara comida.
• 11:30-12:00 Comemos juntos (horario americano)
• 12:30-14:30 Siesta de Kira y Leo. Teletrabajo para mamá y papá.
• 15:00-16:00 Merienda con papá mientras mamá sigue teletrabajando.
• 16:00-17:30 Actividades de ocio juntos.
• 17:30-18:00 Mamá o papá preparan cena y Kira y Leo ven un poquito la televisión (si lo piden y no están entretenidos jugando).
• 18:00-19:00 Cenamos todos juntos.
• 19:00-20:00 Baño con papá mientras mamá recoge la cocina. Lectura de cuentos antes de dormir.
• 20:00-22:00 Tiempo para papá y mamá para descansar y ocio. Teletrabajo si nos queda algo por terminar para el día siguiente.

Ya tengo la rutina, ¿Y si no quiere seguirla?

En Educación Infantil aprendemos que puede que tardemos meses en lograr que un grupo de estudiantes aprenda nuevas rutinas y reglas en clase. Sin embargo, contamos con un entorno diferente y nuevo, y rápidamente aprenden a diferenciar la casa de la escuela, y la mamá de la maestra. Es normal ver a madres sorprendidas al saber que su hijo o hija recoge y pone la mesa todos los días en clase, cuando nunca lo hace en casa.

Sin embargo, ahora tenemos que transformar nuestra casa en escuela y oficina, teniendo tiempo para nuestro rol de padres, madres y personas trabajadoras. Los niños y niñas tienen que aprender que ahora en casa también tienen que trabajar y seguir ciertas normas que no tenían antes. Además, ahora mamá y papá van a asumir el rol de maestros sin muchas veces estar preparados para ello. Si tu pegotete está recibiendo clases virtuales, estas son algunas ideas para ayudarte en casa.

Nosotros tardamos varias semanas en encontrar un balance entre trabajo y crianza. Recuerdo crear un horario maravilloso con muchas actividades y darme cuenta a los 3 días que no servía para nada. Nuestra rutina actual ha sido el resultado de varias semanas de ir ajustando horarios y turnándonos entre mi marido y yo, hasta finalmente, dar con un plan de trabajo que se adapta a todos. Por ejemplo, probamos la metodología del Aprendizaje por Proyectos y la adaptamos a nuestras necesidades.

Mi recomendación es esa: crear un primer horario e ir modificando según vamos viendo cosas que no funcionan.

¿Y ahora cuándo puedo trabajar yo?

Pues pidiendo (exigiendo) conciliación a las empresas y asumiendo que la carga de trabajo debe ser menor en estos días. Por suerte nosotros hemos podido tener un horario flexible de trabajo y tenemos jefe y jefa comprensivos que han sabido entender esta situación excepcional.

Ha habido muchas más tensiones en casa al tener la sensación de no llegar a nada: ni a estar con nuestros hijos e hijas 100%, ni a poder tener el mismo ritmo de trabajo que antes. Las discusiones por «ahora es mi turno de trabajar» han sido muchas, pero al final hemos sabido relajar y ser flexibles, pudiendo turnarnos así que era necesario.

De ahí la importancia de que ambos progenitores entiendan que ambos trabajos son igual de importantes. La carga nunca debe estar sólo en la madre, sino repartida y consensuada entre ambos.

La importancia de seguir la rutina de trabajo durante las vacaciones

Como no he parado de repetir a las madres de mis estudiantes, este verano es importante mantener una rutina similar a la de estos últimos meses. Para los niños y niñas es importante saber que de lunes a viernes las actividades son diferentes a las de los fines de semana. Esa sensación de «semana» podemos lograrla con calendarios en los que tengan que marcar el día y la fecha, o bien el tiempo que hace fuera. Ahora mi hija ha empezado a registrar sus emociones de cada día con un color diferente. Lo importante es mantener estas rutinas ya que el comienzo del curso que viene va a ser muy distinto del anterior.

Aunque podamos volver a las aulas, seguramente nos toque continuar con la educación online. Recomiendo rebajar el nivel de exigencia, pero mantener una rutina de trabajo parecida. Por ejemplo, ahora tenemos sólo una actividad académica al día y tratamos de que esta sea en el patio, o incluya más experimentos. Estamos alargando el desayuno y las videollamadas, ya que mi carga de trabajo durante el verano se reduce a algunos cursos y preparar un examen.

Tener una buena rutina de trabajo en casa es parte de la educación emocional que debemos proporcionarles a nuestros hijos e hijas, ya que necesitan esa estabilidad y seguridad que antes tenían en la escuela. No lo veamos como una guerra para que hagan los deberes, sino como una oportunidad para crear una nueva realidad y tener el privilegio de ser madres y maestras a la vez.

¿Tienes pegotetes en casa y necesitas ayuda para organizarte? No dudes en contactar conmigo para más ideas y consejos. Deja tu duda en comentarios o bien por privado aquí. ¡Estoy deseando leeros!